
El mercado recibió los detalles del paquete de estímulos que anunció Bruselas el miércoles con optimismo, comprando euros hasta llevar al euro a subir un 0,45% en el día hasta batir los 1,10 dólares por primera vez desde el 31 de marzo, aunque posteriormente se calmó y se mantenía plano a media sesión de Wall Street.
El sentimiento de los mercados hacia el dólar también contribuyó a que el euro volviese a recuperar los 1,10, ya que fue un día de ventas generalizadas para el billete verde, con el índice dólar (la cesta que pondera los cruces más negociados de la moneda americana) perdiendo hasta un 0,2% durante la sesión.
En general, fue un día en el que los inversores descartaron los refugios, como es el dólar estadounidense, en el mercado de divisas. El franco suizo, que también tiene esa condición, retrocedió hasta un 0,8% frente al euro en la sesión, indicando que los inversores pudieron estar más centrados en las noticias que llegaban desde Europa, con el optimismo que generó el nuevo plan de recuperación para el Viejo Continente, y olvidando momentáneamente las tensiones que están volviendo a aflorar entre Estados Unidos y China.
Además, los inversores también pueden estar fijándose en cómo se están suavizando las medidas de confinamiento en los países europeos, algo que ayudará a que empiece cuanto antes la recuperación económica y se frene el deterioro.
El BCE, listo para actuar
Además de plan de estímulos de Bruselas, la solidez del euro en los últimos días (en la semana sube un 0,7%) también puede haber tenido algo que ver con las declaraciones de Isabel Schnabel, del consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), en las que casi parecía reconocer que en la reunión de la semana que viene el organismo anunciará un aumento de las compras en el programa de emergencia (PEPP): "Si las perspectivas para la inflación se deterioran y consideramos que se necesitan más estímulos, estamos preparados", indicó la alemana.